El aceite esencial de árbol del té posee un efecto antiséptico triple: actúa contra las bacterias, hongos y virus, además, es bactericida, fungicida, antiviral, cicatrizante, balsámico antiinflamatorio, desodorante y expectorante.
Las propiedades antisépticas, fungicidas y anti-acnéicas están aceptadas y reconocidas por el departamento de salubridad Australiano.
Para el uso de los aceites esenciales, recomendamos seguir una serie de precauciones:
- El aceite de árbol de té es de USO EXTERNO, por lo que no debe ingerirse.
- Debido a que es altamente CONCENTRADO solo son necesarias unas cuantas gotas.
- Realizar una prueba de sensibilización colocando unas gotas del aceite en el dorso de la muñeca y observar si se produce alguna reacción.
- Si llegara a producir alguna irritación, enjuagar el área abundantemente con agua y utilizar soluciones diluidas o descontinuar su uso.
- Evitar el contacto con los ojos. Si esto sucediera, deberá enjuagarlos con abundante agua.
- No utilizarse directamente en bebés de forma pura, en caso de hacerlo, diluirlo en agua.
- No depositarlo en su forma pura, en envases de plástico o de hielo seco.
- Mantener fuera del alcance de los niños en un lugar fresco y seco.